Durante el proceso de evaluación existen una variedad de desafíos en el trabajo con la población infantojuvenil. Por lo cual, el terapeuta debe ser especialista en el desarrollo evolutivo del niño. Debido a que, es muy común que el motivo de consulta sea por una característica del desarrollo y que habitualmente es solo una etapa de la edad, sin embargo, para muchos padres es preocupante, pero desconocen de la información. Por ello, la labor del especialista es desempeñar la recogida de información por medio de una entrevista inicial y dar la retroalimentación pertinente a los padres. Es crucial que el psicólogo clínico obtenga la habilidad de conocer acerca del desarrollo cognitivo, motor, social del niño o adolescente con el fin de determinar si se trata de algún trastorno o de una etapa de la edad.
Así menciona Fernández & León (2014), otro aspecto fundamental es tener en cuenta el nivel de desarrollo del niño. El niño está en constante evolución y las conductas o síntomas que presente pueden significar un problema o ser una manifestación propia de la edad. Los adultos interpretan con frecuencia las conductas de los niños de forma genérica sin diferenciar la edad o el momento evolutivo. El desarrollo cognitivo, social y efectivo tiene un papel importante en calificar un comportamiento como problema y en cómo se percibe y se etiqueta (Holmbeck y Col, 2C010 como se citó Fernández & León 2014, p. 17).